SOS: Cristina me tiene secuestrado
SOS: Cristina me tiene secuestrado LA NACION Carlos M. Reymundo Roberts Es sabido que detesto revelar mis intimidades, sobre todo porque siempre me dejan mal parado. Hoy voy a contar una que, creo, me enaltece. Rechacé la invitación de Jeff Bezos para ir a su megacasamiento en Venecia. Aduje que coincidía con el día en que hago esta columna, y que me debo a mi público. Con perdón de mi público, la verdad es otra. Bezos, dueño de The Washington Post, ha venido cediendo a las presiones de Trump; es decir, es un ensobrado. Si Bezos trabaja para Trump, y Trump es amigo de Milei, y yo iba al casamiento, terminaba siendo parte de un oscuro entramado de prensa, dinero y poder. “Sorry, Jeff –le escribí–. Estoy hasta las manos”. Entiendo que por estas horas andará a mil, pero no contestó. Un nuevo rico. Que estoy hasta las manos es cierto. Me secuestró Cristina. Llevo tres notas hablando de ella: necesito dar vuelta la página, dejar la saga tumbera, ocuparme de las cosas importantes –Medio Orie...